La Enfermedad de Alzheimer (EA) es una enfermedad neurodegenerativa que da lugar a un deterioro cognitivo adquirido de inicio insidioso y curso lento y progresivo, cuyas principales manifestaciones son la pérdida de memoria inmediata y los trastornos conductuales. También conocida como Mal de Alzheimer o Demencia Senil tipo Alzheimer, es la causa de demencia más frecuente en los mayores, representando el 50-60% de todas ellas.
Por lo general, el síntoma inicial es la incapacidad de retener la información reciente, pues se ve alterado el proceso de fijación, con lo que es muy frecuente atribuir estos despistes u “olvidos” a la vejez.
Otros síntomas acompañantes en el curso de la enfermedad son:
- Afasia (dificultad de producir y comprender el lenguaje)
- Apraxia (dificultad para realizar actividades motoras)
- Agnosia (fallo en el reconocimiento de objetos)
- Alteración de la ejecución (fallos en la planificación, organización, secuenciación y abstracción)
La Enfermedad de Alzheimer también interfiere en las actividades de la vida diaria (AVDs), en las relaciones sociales y/o en el ámbito laboral, ya que a medida que avanza la enfermedad van apareciendo más dificultades.
Se produce, por tanto, una afectación en el área física, psíquica y social que repercute en la calidad de vida del mayor y de sus familiares.
El Alzheimer aparece generalmente a partir de los 65-70 años (Alzheimer de inicio tardío), pero cada vez es más frecuente encontrarlo en personas entre 50 y 65 (Alzheimer de inicio Temprano), por lo que es fundamental la DETECCIÓN PRECOZ y el TRATAMIENTO PREMATURO, para lo que es imprescindible una valoración exhaustiva a cargo del Servicio de Neuropsicología. Del mismo modo, el Servicio Médico y de Enfermería llevarán a cabo programas y actividades preventivas que promuevan la salud y el envejecimiento activo.
Debemos recordar que el Alzheimer no es el único tipo de demencia, con lo que un correcto diagnóstico es fundamental a la hora de establecer el tratamiento adecuado. Los familiares tienen que estar muy bien informados del tipo de demencia que sufre el mayor, ya que el pronóstico y la evolución son diferentes para cada una de ellas.
Cada caso es único, por lo tanto, las necesidades de cada persona también lo son.
La esperanza de vida en un mayor con Enfermedad de Alzheimer es, de media, de entre 8 y 10 años desde el momento del diagnóstico, sin embargo la evolución varía de un paciente a otro, existiendo casos en los que se puede llegar hasta los 20 años. La evolución de la Enfermedad de Alzheimer se define en tres fases:
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